domingo, 13 de noviembre de 2011

Día de la soberanía

Hacia 1845, potencias europeas pretendieron crear un nuevo país al que iban a llamar República de la Mesopotamia, en donde hoy están las provincias argentinas de Corrientes, Entre Ríos, y Misiones. Eran tiempos en que como ahora, las potencias quieren dividir los paises más débiles y apoderarse de sus recursos.
El 2 de agosto de 1845, los buques del almirante Brown que bloqueaban Montevideo fueron capturados, la bandera de la Confederación Argentina arrojada al agua e izada en ellos, la del corsario Garibaldi. Ante ese hecho, el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas fue autorizado "para resistir la intervención y salvar la integridad de la patria". La guerra había empezado.
El 30 de agosto la escuadra íntima rendición a Colonia, y el 5 de setiembre se apoderó de Martín García. Garibaldi, con estatua de bronce y plaza en su memoria, fue quien arrió la bandera de la Confederación Argentina, remontando luego el Uruguay, apoderándose de Gualeguaychú, Salto, Concordia y otros puntos indefensos, regresando a Montevideo con un enorme botín de guerra.
Los anglofranceses remontaron el Paraná en demostración de soberanía, y para abrir comunicaciones con su ejército "auxiliar", el que estaba al mando del general Paz. En los buques venían ciudadanos de la Confederación Argentina, unitarios, que habían emigrado a Montevideo y venían en las mismas naves que iban a invadir su patria. Los ingleses, que habían aprendido de los sucesos de 1806/7 en el Río de la Plata, evitaron marchar por tierra, y pretendieron transformar el Paraná en un río internacional.
Don Juan Manuel de Rosas ordenó al general Lucio Mansilla, que cruzaran cadenas en el río. La misión de Mansilla no era impedir el avance de los barcos, no habría podido hacerlo debido a la superioridad del invasor, había que debilitar a los buques.
El 20 de noviembre, al doblar el recodo de Obligado, la escuadra invasora encontró una gruesa cadena sostenida por pontones que cerraban el río, al mismo tiempo que baterías de tierra iniciaban el fuego luego de que las tropas cantaran el Himno Nacional. Siete horas duró el desigual combate, de las 10 de la mañana a las 5 de la tarde. No se venció, no se podía vencer. Se resistió pero la enorme superioridad enemiga alcanzó a cortar la cadena y poner fuera de combate las baterías.
La escuadra, diezmada y en malas condiciones, llegó a Corrientes y de allí intentó el regreso, pero en el Quebracho, cerca de San Lorenzo, los esperaba Mansilla. Un nuevo combate, otra vez el paso fue forzado, otra vez con ingentes pérdidas para los invasores.
Por esas valerosas acciones se deshizo el proyecto de independizar la Mesopotamia. El 13 de julio de 1846, Samuel Tomás Hood, con plenos poderes de Inglaterra y Francia, presentó ante Rosas el "más honorable retiro posible de la intervención conjunta", y tanto la escuadra inglesa como la francesa debieron rendir 21 cañonazos de homenaje a labandera de la Confederación Argentina.
Por eso el aniversario del combate de Obligado, es para los argentinos el Día de la Soberanía. Por decreto presidencial se estableció a partir de 2010 el día 20 de noviembre como Día de la Soberanía.
No solo hombres, también pelearon mujeres de San Pedro y San Nicolás, como María y Josefa Ruíz Moreno, Rudecinda Porcel, Carolina Núñez, Francisca Navarro, Faustina Pereyra, todas comandadas por Petrona Simonino.
Hoy hace faltas nuevas gestas, se trata de romper las cadenas culturales, que son invisibles, más dañinas y más profundas.