
La
Antártida está casi encerrada dentro del círculo polar, y hacia ella avanzan
tres continentes: África, Australia y América. Entre los meridianos 55 y 70 el
continente sobrepasa el círculo polar, acercándose notablemente a la parte
meridional del continente americano, sobre Tierra del Fuego e Isla de los
Estados. Por eso no hay país que pueda alegar más derechos que la Argentina,
sobre estas zonas que resultan ser su prolongación geográfica a través del
estrecho de Drake.
Se
demostró que las comunicaciones aéreas entre ambos continentes son factibles
mediante el conocimiento de la meteorología antártica a fin de evitar las
perturbaciones ciclónicas, especialmente sobre el Drake, atravesado por
frecuentes depresiones y región de las más tormentosas del mundo, con vientos huracanados.
Estos vientos catabáticos o descendentes dan lugar al anticiclón glacial
antártico, íntimamente ligado con las tres áreas fijas de baja presión
(ciclones) situadas en los mares de Ross, Bellingshausen y de Weddell.
Otro
objetivo respondió a una finalidad geológica, relacionada con el aspecto físico
del continente representado por las características de la meseta antártica, de
2.500 a 3.500 metros de altura, y las enormes formaciones de hielo terrestre
determinantes de los que cubren los mares que los rodean.
En el
transcurso del vuelo se comprobó la proximidad de la estratosfera a la tierra
por lo cual la Antártida resulta envuelta en un manto caliente, lo que da lugar
a una inversión de temperatura (tiene solo un quinto del ancho que posee el
Ecuador). Esta comprobación permitió volar a una altura donde la temperatura
era más moderada que en la superficie.

El
glorioso vuelo salió de Piedrabuena a las 04:45 hs, pasó por el Círculo Polar a
las 13:41 hs., y regresó a Piedrabuena a las 20:15 hs. Culminaba así una página
gloriosa de nuestra historia sobre la Antártida Argentina.
Juan Carlos Ramirez Leiva.
Nota elaborada en base a la publicación de la Fundación Marambio; material tomado por Carlos R. Boisen, del libro "Sobre Continentes Mares y Polos" (Über Pole, Kontinente und Meere) de Carls Hanns Pollog y Erich Tilgenkamp, tomo II, Edit. Peuser; primera quincena de Mayo de 1954. Testimonio de Patricia Pouchulu (2012).
Nota elaborada en base a la publicación de la Fundación Marambio; material tomado por Carlos R. Boisen, del libro "Sobre Continentes Mares y Polos" (Über Pole, Kontinente und Meere) de Carls Hanns Pollog y Erich Tilgenkamp, tomo II, Edit. Peuser; primera quincena de Mayo de 1954. Testimonio de Patricia Pouchulu (2012).
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