
Se creaba para facilitar “a los amantes de las letras un recurso seguro para aumentar sus conocimientos”. Su primer material bibliográfico fue donado por instituciones como el Cabildo Eclesiástico y el Real Colegio San Carlos, además de los aportes de Luís Chorroarín y Manuel Belgrano (junto a su hermano Domingo, donaron todos sus libros). Mariano Moreno fue designado su Protector, mientras que Cayetano Rodríguez y Saturnino Segurola fueron nominados primero y segundo bibliotecario , y por supuesto, ellos también acercaron libros. En un documento del 22 de agosto, la Junta ordena que “se encajone toda la librería del Obispo Orellana y todos los libros que hubiesen de los demás reos...”, refiriéndose a quienes en Córdoba apoyaron al ex virrey Santiago de Liniers; de esta manera, los libros a disposición de la sociedad, se fueron incrementando. Rápidamente llegaron las donaciones de por ejemplo, los comerciantes ingleses, quienes acercaron valiosos libros entre los que se encontraba Descripción de la Patagonia, del jesuita Thomas Flakner; obras médicas, historias universales, clásicos latinos, obras prohibidas por la iglesia, etc. Pueden citarse: Diderot, Monstesquieu, Rousseau, Voltaire, Genovesi (economista), Cayhetano Filangieri (dio a conocer a los ilustrados franceses), Quesnay, Adam Smith, Condorcet , entre muchos otos que influyeron a los hombres de Mayo.

Por: Juan Carlos Ramirez
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