Enrique Finochietto nació en Buenos
Aires el 13 de marzo de 1881. En 1897 ingresó en la Facultad de Medicina de
Buenos Aires, y cuatro años después, ya era practicante en el Hospital de
Clínicas. En 1904 se hizo cargo del Servicio de piel y enfermedades venéreas
del Hospital Rawson, donde fue médico interno ad-honorem con guardia
permanente.
Viajó por Europa en busca de nuevas
tecnologías y aprendió dibujo técnico para dibujar con exactitud los modelos de
aparatos que inventaba. Ideó y produjo instrumentos para realizar operaciones,
que se propagaron a los quirófanos de todo el mundo, como por ejemplo el
frontolux (un sistema iluminador utilizado por los cirujanos, a la manera de
los obreros de las minas, para enfocar mejor las heridas), el
"empuja-ligaduras", muy útil para detener las hemorragias; el porta-agujas,
de distintas medidas y formatos; la pinza de dientecillos, para sujetar mejor
los tejidos y agujas; la pinza de doble utilidad, con funciones como pasahilos
y para hemostasias; el aspirador quirúrgico, para succionar la sangre durante
las operaciones; la cánula para transfusiones; las "valvas
Finochietto", para abrir la herida y permitir una mejor visión al
cirujano; el banco para cirujanos, que permitía a éstos operar sentados; la
mesa quirúrgica móvil, con un motor eléctrico y manejada con pedales, y el
separador intercostal a cremallera para operaciones toráxicas, conocido con el
nombre de su inventor en países tan lejanos como Rusia y Japón.
Cuando se produjo la Primera Guerra
Mundial, junto con su condiscípulo Pedro Chutro, ofrecieron sus servicios a Francia
y se instaló como jefe en el Hospital Argentino de París. Regresó a la
Argentina en 1919, afectado por una enfermedad contraída en Europa (presuntamente
sífilis) que, conforme a la moral de la época, lo haría permanecer soltero el
resto de su vida.
En 1929 realizó por primera vez en el
país un taponamiento cardíaco: en su sala de cirugía recibe a un niño herido en
el corazón por una bala y logra, taponando con pinzas y sus dedos, frenar la
hemorragia y salvar la vida del paciente. Su renombre fue tal, que era común la
siguiente interpelación popular, para expresar exageración: "¡Pero quién
te crees que sos! ¿Finochietto?". Además de su pasión por la cirugía,
estuvo vinculado al ambiente del tango, siendo amigo de Carlos Gardel. El
compositor Julio de Caro le dedicó, en 1925, el tango "Buen amigo".
El 8 de marzo de 1940 realizó su última operación (le extrajo un quiste hidatídico a un indio mapuche) en otra intervención magistral, y que sólo él parecía capaz de realizar. Al poco tiempo, la enfermedad ataca su cerebro. Pierde la lucidez, y queda semi paralizado. Finochietto falleció en la ciudad de Buenos Aires el 17 de febrero de 1948 y descansa en el Cementerio de Recoleta.
El 8 de marzo de 1940 realizó su última operación (le extrajo un quiste hidatídico a un indio mapuche) en otra intervención magistral, y que sólo él parecía capaz de realizar. Al poco tiempo, la enfermedad ataca su cerebro. Pierde la lucidez, y queda semi paralizado. Finochietto falleció en la ciudad de Buenos Aires el 17 de febrero de 1948 y descansa en el Cementerio de Recoleta.
El 24 de febrero de 1951 se inauguró
el Hospital Finochietto, que fue construido con la herencia que dejara a través
de su hermano Ricardo, quien fue su primer director. Allí fue operada EvaPerón, en noviembre de 1951 y el día 11 del mismo mes, desde su habitación del
hospital, votó por primera vez gracias a la reforma constitucional de 1949.
Por: Juan Carlos Ramirez.
Por: Juan Carlos Ramirez.
1 comentario:
Singular la vida de este destacado ciudadano argentino, excelente cirujano, maestro de generaciones mèdicas y prolijo inventor e innovador de instrumentos y equipos quirùrgicos.
La sìfilis era una enfermedad endèmica en el Paris del novecientos, se le conocìa como la epidemia urbana que baldaba al que la adquirìa, no teniendo una cura adecuada hasta que Mahoney (USA)en la dècada de los 40 introdujo la penicilina,lo que revoluciono su tratamiento.
Cierto o no , si fue sìfilis la enfermedad que adquirio el Dr. Enrique Finochietto en Europa, esto no fue ningùn impedimento en su juventud para el desarrollo de su brillante carrera mèdica, solo al final de su vida las complicaciones neurològicas le impidieron continuar con su tarea.
Publicar un comentario