martes, 17 de septiembre de 2024

La Armada antiperonista cañonea Mar del Plata

 El viernes 16 de septiembre de 1955 unas pocas unidades del Ejército, bajo el mando del General Lonardi, comenzaban en Córdoba el golpe de estado que derrocaría al Presidente Juan Domingo Perón. El bando golpista contó con el apoyo de la Fuerza Aérea y de la Marina de Guerra. Pronto, comenzaron en diferentes ciudades del país acciones militares subversivas, que contaron con el apoyo de partidos políticos opositores y de la Iglesia, además, se sumaron civiles que actuaron junto a los militares rebeldes.
 Mientras Lonardi avanzaba con la orden de proceder con la máxima brutalidad, la situación política era incierta dado que Perón no actuaba como se esperaba, incluso, le negó a la CGT la posibilidad de armarse en defensa del gobierno. Ese sábado 17 no hubo grandes cambios pero el domingo 18 el crucero “9 de Julio” llegó a las costas de Mar del Plata y se conoció que el Contralmirante Issac Francisco Rojas había ordenado bombardear los tanques de petróleo y combustible del puerto, instruyendo previamente al Jefe de la Base de submarinos que alejaran a quinientos metros de la costa a la población entre Playa Grande y la Bristol. Se sabe que el Jefe de la Base Naval y algunos marinos,no estuvieron de acuerdo pero, la destrucción se llevó a cabo.
  Aún no eran las 7 de la mañana del lunes 19 cuando las acciones comenzaron con la incursión de un avión naval que fallo en su intento de destruir los tanques de combustible, tarea de la que se encargó el crucero 9 de Julio, posicionado a 8500 metros de la costa. Pasada las 11 de la mañana, los destructores San Juan, San Luis y Entre Ríos cañonearon por doce minutos la “Escuela de Artillería Antiaérea” (hoy GADA 601), leal al gobierno constitucional,
El crucero 9 de Julio, a 8.500 metros de la costa, dispara sobre el puerto de Mar del Plata.
  Con la ayuda de la sudestada, las naves sublevadas pudieron aproximarse a las costas de Buenos Aires con sus cañones que alcanzaban unos 20 kilómetros amenazando con cañonear La Plata, Dock Sud y Buenos Aires. Frente a ese desatino, el Ministro del Interior Oscar Albrieu, sugirió otro a Perón: trasladar a las refinerías de La Plata y Dock Sud, a los familiares de los marinos a ver si con sus madres, esposas e hijos se animan a bombardear. El presidente, ante tal estado de las cosas, designó una Junta Militar para que acuerde el fin de las hostilidades y del conflicto.
 El 20 de septiembre, los representantes del gobierno legítimamente constituido y los mandos de la Flota de Mar concretaron la reunión.
 
Por: Juan Carlos Ramirez Leiva
 
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una crueldad, un desatino, nadie gana y todo se pierde.La violencia genera violencia.