jueves, 31 de marzo de 2022

Dr. Raúl Ricardo Alfonsin

El 31 de marzo de 2009, fallece en Buenos Aires el que fuera el primer presidente tras la dictadura genocida. El 12 de marzo de 1927 nació en Chascomús (Buenos Aires), y llegó a ser abogado, político y activista de los derechos humanos, habiendo sido elegido concejal, diputado provincial y nacional, senador nacional y Presidente Constitucional de la Nación Argentina desde 1983 hasta 1989. Curso estudios secundarios en el Liceo Militar General San Martín, egresando con el grado de subteniente de reserva (tuvo como compañeros de clase a Leopoldo Fortunato Galtieri y Jorge Rafael Videla), recibiéndose en 1950 de abogado.

En 1954 fue elegido concejal en Chascomús, y al año siguiente fue encarcelado por la Revolución Libertadora. En 1958 fue electo diputado provincial en la Provincia de Buenos Aires y diputado nacional durante el gobierno radical de Arturo Illia entre 1963 y 1966, en el cual fue vicepresidente del Bloque de Diputados Nacionales de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). Finalmente, en 1965 fue elegido presidente del Comité Provincia de Buenos Aires de la UCRP. El 17 de noviembre de 1966 durante la dictadura militar del general Juan Carlos Onganía fue detenido por haber reabierto el Comité de la Provincia.

A partir de la dictadura militar de Onganía, comenzó a desarrollar un pensamiento socialdemócrata que impactaría en momentos en que los jóvenes consideraban la opción de sumarse a la lucha armada, lo que era rechazado por Alfonsín. El alfonsinismo apoyó la consigna “Elecciones libres y sin proscripciones”, como alternativa a “Ni golpe ni elección: revolución”. La actividad política vedada obligó a Alfonsín a expresarse como columnista del periodista Mario Monteverde, y fue articulista bajo el seudónimo de Alfonso Carrido Lura. Entre 1971 y 1972 es considerado por los jóvenes de la Junta Coordinadora Nacional y Franja Morada. En septiembre de 1972 en Rosario, se creó el Movimiento Renovador Nacional proclamándolo como precandidato presidencial en las internas de la UCR, en donde se impuso el balbinismo-unionismo, en tanto que el alfonsinismo obtuvo la minoría. En 1973, la UCR perdió ante Juan Domingo Perón y Raúl Alfonsín, diputado nacional, creó el Movimiento de Renovación y Cambio. 

El 18 de diciembre de 1975, fue una de las personalidades que fundaron la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), a cuya primera reunión asistieron el obispo de Neuquén Jaime de Nevares, el rabino Marshall Meyer, el obispo Carlos Gatinoni, la doctora Alicia Moreau de Justo, Raúl Alfonsín, Oscar Alende, Susana Pérez Gallart, Adolfo Pérez Esquivel y Alfredo Bravo. Durante la dictadura militar ofreció gratuitamente su servicio de abogado para defender opositores y presentar hábeas corpus por los detenidos-desaparecidos. Ante la Guerra de las Malvinas, fue uno de los pocos políticos que se opuso a la acción militar y exigió al gobierno militar que proveyera información verídica.
Tras el desastre de Malvinas se abrió el proceso de transición y Alfonsín fue nominado candidato a presidente. Las elecciones se realizaron el 30 de octubre de 1983 y Alfonsín triunfó obteniendo el 51,7% de los votos frente al 40,1% del peronismo. La idea original de los comandantes fue ganar tiempo para negociar con las nuevas autoridades antes de entregarles el poder, sobre todo la impunidad de los jefes militares por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante los últimos siete años. Sin embargo, los jefes de las tres armas se dieron cuenta de que era un plazo demasiado largo y aceptaron la imposición de Alfonsín de adelantar la entrega del poder. El presidente de facto Bignone no opuso reparos y promulgó el decreto-ley 22.972, estableciendo el 10 de diciembre como fecha de asunción de las autoridades democráticas. 


El presidente electo logró darle aún más significación a la ceremonia que marcaría la recuperación de la democracia fijándola para el Día Internacional de los Derechos Humanos, una fecha decidida en 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas como símbolo de un “nunca más” a las atrocidades vividas durante la Segunda Guerra Mundial. Ese 10 de diciembre, el flamante presidente decidió no hablar desde el balcón desde donde el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri arengara cuando se produjo el desembarco en Malvinas, y eligió hacerlo desde el Cabildo, donde se gestó el Primer gobierno Patria. Desde 2007 en la Argentina, además de conmemorarse el Día Internacional de los Derechos Humanos se celebra –dispuesto por Ley 26.323– el Día de la Restauración de la Democracia.

Juan Carlos Ramirez Leiva

miércoles, 30 de marzo de 2022

“¡Paz, Pan y Trabajo. ¡La dictadura abajo!”

La CGT "Brasil", encabezada por el dirigente cervecero Saúl Edolver Ubaldini, enfrentó hace 40 años con una movilización a la dictadura genocida. La CGT se encontraba dividida en dos centrales: una era la denominada "Azopardo", que tenía su sede en el histórico edificio de la central obrera ubicado sobre esa calle, y que representaba al sector "dialoguista", encabezado por Jorge Triaca (padre del ministro de trabajo de Mauricio Macri). La llamada "Brasil", era combativa y estaba liderada por Ubaldini, que contaba con el apoyo del metalúrgico Lorenzo Miguel; esta línea dispuso la organización de la protesta obrera convocada bajo el lema de "Paz, Pan y Trabajo".
En marzo de 1981, el general Roberto Viola había asumido la presidencia de facto en reemplazo de Jorge Rafael Videla, bajo cuyo mandato se concretó el mayor genocidio de nuestra historia. El nuevo dictador llegó al poder justo cuando las políticas de dólar barato, endeudamiento, ajuste y apertura económica, se encontraban agotadas. Los tiempos del "deme dos" y la plata dulce habían terminado. La crisis económica provocó el relevo de Viola por Leopoldo Fortunato Galtieri, quien tenía el apoyo del presidente estadounidense Ronald Reagan. Lorenzo Sigaut asumió la cartera de Hacienda y pronunció la famosa frase: "El que apuesta al dólar pierde".



El malestar reinante determinó la convocatoria a una movilización para el 24 de marzo, aniversario del golpe que había derrocado a María Estela Martínez “Isabel” viuda de Perón, pero para evitar una provocación, se decidió marchar el 30. No menos de 15 mil personas se congregaron en la Plaza de Mayo pese a que se prohibió la concentración Movilizaciones masivas similares tuvieron lugar en Rosario, Mar del Plata, Neuquén, Tucumán y Mendoza, donde un jubilado murió como consecuencia de una bala represiva.
Durante seis horas el pueblo enfrentó a los usurpadores del poder con el mismo método con que se enfrentara a las dictaduras anteriores: en una esquina se juntaba repentinamente un grupo grande de manifestantes, se tiraban volantes y cantaban consignas para luego desconcentrarse rápidamente cantando la Marcha Peronista. Antes de la desconcentración se citaba a otra esquina cercana y se repetía el método frustrando a los represores que apenas lograban apresar a los que se demoraban o enfrentaban a la Guardia de Infantería. Se recuerda a la reacción de los vecinos ante los apresamientos represivos: tiraban macetas desde los balcones e incluso un hombre mayor, manifestó su indignación arrojándoles un sachet de leche; la histórica jornada dejó un saldo de 2.000 detenidos.

Juan Carlos Ramirez Leiva


martes, 22 de marzo de 2022

La masacre de Pasco

El 21 de marzo de 1975 a las 21.30 hs., ocho vehículos, varios Ford Falcón (de color gris y otros negros), y algunos Torino blancos, llegaron a Donato Álvarez a metros de la Avenida Pasco (barrio San José, Temperley). Algunos llevaban balizas iguales a las utilizadas por la policía, otros traían valijas sobre el portaequipaje. Bajaron entre quince y veinte personas de civil con capuchas negras, aunque uno llevaba una máscara de carnaval y otros dos la cara 
descubierta.
Sobre
 D. Álvarez funcionaba el bar y almacén El Recreo y allí irrumpieron violentamente los encapuchados preguntando por Lencina, el mozo Luís Ortiz respondió que el concejal no estaba allí, y la reacción fue con ráfagas de ametralladoras sobre las paredes, el mostrador, la estantería y la heladera, mientras rompían mesas y sillas. Robaron relojes, dinero y objetos de valor a los presentes, y según el parte policial, se robaron un colectivo.
Héctor 
Lencina, Coca Rapari, y Alejandro, el hijo de ambos vivían en Donato Álvarez 47, justo al lado del bar. Héctor había invitado a Aníbal Benítez y a su esposa Gloria a cenar en su casa y mirar un partido de futbol. El matrimonio llevó a la bebita de ambos, recién nacida, también se encontraba Cristina Rapari en tanto Coca se encontraba ausente. La velada fue interrumpida por hombres con máscaras que se apoderaron del edil y de Aníbal Benítez, introduciéndolos en uno de los autos, mientras otros destruyeron el lugar arrojando bombas incendiarias.

La patota de la Triple A continuó hacia Pasco al 4600, domicilio de la vice presidenta del Concejo Deliberante Irma Santa Cruz en donde los parapoliciales destruyeron puertas y ventanas, se llevaron documentación y objetos de valor y capturaron a Héctor Flores, ex-secretario de Irma Santa Cruz, quien militaba en el barrio Los Pinos de Llavallol. Los terroristas continuaron a una casa ubicada entre las calles Lules y El Hornero, secuestrando a los hermanos Alfredo Díaz y Rubén Eduardo Díaz de 18 y 16 años, respectivamente; también introdujeron en los vehículos a Pedro Rubén Maguna y Germán Gómez. Los vecinos contaron que Germán gritó:” Eras vos, flaco hijo de puta…. Bajen a los pibes que no tienen nada que ver”. Aparentemente se refería a un soplón de apellido Salazar que trabajaba en la Comisaría 1era de Lanús. Los vecinos de Salazar relataron a los Díaz que cada vez que el policía se peleaba con su mujer, ella le gritaba: “Asesino, hiciste matar a los Díaz”. Se cree que Alfredo y Eduardo reconocieron a alguien, por eso los secuestraron.
Al lado de la casa de Germán vivía Rubén “Cacho” Maguna, quien probablemente fue confundido con un tal Chacho; Rubén no resistió el maltrato que ejercían sobre su esposa embarazada, reaccionó y los encapuchados se lo llevaron. A continuación, fueron a la calle Amenedo al 3900 casi esquina Santiago del Estero (barrio San José; Mármol, partido de Almirante Brown), en donde vivía Guillermo Omar Caferatta con Gladys Martínez (21 años). Omar no se encontraba porque había viajado a Australia, pero Gladys fue baleada y rematada y su cadáver fue hallado sobre la cama junto a dos artefactos explosivos que no estallaron.
La caravana llegó hasta Santiago del Estero y Sánchez, en donde los siete secuestrados fueron bajados a empujones y obligados a arrodillarse. Uno de ellos pidió que, si lo tenían que matar lo hicieran de pie, mientras otro gritó: “Viva la patria”. Los balearon y colocaron los cuerpos juntos e hicieron estallar dos granadas que al detonar hicieron volar los cuerpos, arrojando a gran distancia a varios de los cadáveres horriblemente mutilados. La carga habría sido colocada junto al cuerpo del concejal Lencina, ya que éste apareció horrorosamente mutilado. Su cuerpo, al ser proyectado hacia arriba cayó sobre un cable eléctrico provocando un corte de energía en un amplio radio del lugar.
En la intersección de las calles Sánchez y Santiago del Estero yacía uno de los cuerpos, únicamente el tronco sin extremidades; a unos 40 metros y sobre la calle Canale, otro cuerpo presentaba únicamente la parte superior del tronco a unos 25 metros yacía un cuerpo completamente destrozado y diseminados por las inmediaciones se veían restos de extremidades de los cadáveres mencionados. Los cráteres producidos por los artefactos explosivos se veían sobre la calle de tierra y según los vecinos, la onda expansiva provocó la rotura de cristales y televisores hasta diez cuadras a la redonda. Los terroristas colocaron una bandera de 2 mts. de largo por 0,65 cm. de alto, de color blanca con la siguiente inscripción: “Fuimos Montoneros, fuimos del ERP” en aerosol rojo y una estrella de seis puntas.
Esa noche, Carola, una vecina se acercó hasta la casa de Caferatta temiendo encontrar entre las víctimas a alguno de sus hermanos. La vio a Gladys sin vida, y también el cuerpo de un joven alto de pelo ondulado tirado al lado de la heladera. Nunca supo de quién se trataba, ni siquiera los diarios registraron el nombre de esa persona. Se conjetura que fue alguien que busco allí refugio, pero lo agarraron en la casa.
Alrededor de las 11 hs. del día siguiente culminó la tarea de recoger los despojos, los que fueron trasladados a la Morgue Judicial de Avellaneda. Todo el perímetro fue vallado por la policía. Aquello era una montaña de restos humanos, pedazos de ropa desperdigados. Todos los 21 de marzo, en el cementerio de Lomas se recuerda a las víctimas de la Masacre de Pasco y a los más de cuatrocientos asesinados por el Terrorismo de Estado en Lomas de Zamora.

Juan Carlos Ramirez Leiva

Fuentes:
Rodriguez Heidecker, Patricia Miriam. La masacre de Pasco
Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires
Concejo Deliberante de Lomas de Zamora
Recortes periodísticos