La
Convención Constituyente, reunida en la Ciudad de Santa Fe, comenzó a sesionar
el 30 de agosto de 1957 y se disolvió el 25 de octubre sin finalizar su agenda por
falta de cuórum, debido al retiro de convencionales.
El 30 de
octubre, el bloque UCRI presidido por Oscar Alende, impugno la validez debido
al hecho de que no había sido convocada por el Congreso Nacional, tal como lo
establece la Constitución. El bloque radical intransigente había discutido hasta
horas antes la postura a adoptar. El presidente del partido, Arturo Frondizi,
sostenía (a través de Oscar López Serrot), que había que plantear la nulidad de
la Convención pero no retirarse para evitar que quedara en manos de la dictadura.
Alende, por el contrario, sostenía que los convencionales de la UCRI no debían
siquiera asumir sus cargos. El bloque rechazó la estrategia de Frondizi y
aprobó la de Alende.
Cuando
los miembros de la UCRI explicaron su postura, se produjo un escándalo con
escenas de pugilato y las autoridades de la Convención no le permitieron a O.
Alende explicar su punto de vista, sosteniendo que primero debían aceptar sus
cargos como convencionales constituyentes, lo que de por sí significaba aceptar
la validez de la Convención. Durante los hechos, el socialista Alfredo Palacios
señaló con el dedo a Alende exigiéndole que "se callara la boca". Poco
después, el 3 de septiembre, sucedería lo mismo con la Unión Federal Demócrata
Cristiana, y finalmente sólo 125 convencionales de los 205 elegidos, se
registraron en la Convención.
Expusieron
las impugnaciones los convencionales del Partido Laborista (Cipriano Reyes,
Ricardo Ovando y Luis V. Giacosa) y del Partido de los Trabajadores (J. Carlos
Deghi). Ambos partidos negaban la legitimidad de la Convención y exigían
respetar la vigencia de la Constitución de 1949. El argumento básico fue que un
presidente de facto no tenía facultades para derogar una Constitución, ni para
declarar la necesidad de su reforma. Giacosa dijo: quiero hacer un acto de
contrición ante esta farsa. De la bancada conservadora algunos de sus
representantes violaron en repetidas oportunidades el texto constitucional de 1853;
y también creo que la bancada radical lo han violado repetidas veces. Juan
Carlos Deghi negó que la Revolución Libertadora fuera un "gobierno
revolucionario" y lo definió como "poder usurpador", exigiendo
que se declarara vigente la reforma constitucional de 1949. Al ser rechazada su
postura se retiró de la Convención.
La UCRP y
los partidos Socialista (Alfredo Palacios, Nicolás Repeto, Américo Ghioldi,
Teodoro Bronzini), Demócrata Progresista, Demócrata Cristiano y los partidos
conservadores, argumentaron a favor de la legalidad de la Convención
Constituyente. Entre sus argumentos Palacios recurrió al "derecho de
revolución" y a la doctrina de los gobiernos de facto.
Después
de que la UCRI se retirara y se rechazaran las impugnaciones a la Convención
que exigían el reconocimiento de la Constitución de 1949, la asamblea pasó a
tratar la proclama del dictador Aramburu, restableciendo el texto
constitucional de 1853, con las reformas de 1860, 1866 y 1898.
La
Convención Constituyente de 1957 dejó de funcionar por falta de quorum el 25 de
octubre. La razón del retiro definitivo de gran cantidad de convencionales, fue
evitar que la Convención fuera más allá de convalidar la vigencia del texto
constitucional de 1953/60, que había dispuesto el fusilador general Aramburu.
Juan
Carlos Ramirez Leiva.
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