jueves, 21 de abril de 2022

Batalla de Riobamba

Juan Galo Lavalle nació en Buenos Aires el 17 de octubre de 1797. Desde los 14 empezó su lucha como héroe de las independencias de Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Uruguay. Sus biógrafos dicen que fue un “militar mítico, de valentía sin igual, y un político torpe…”. Cuando Juan Galo Lavalle combatió en la Batalla de Tapi, en Riobamba, tenía 25 años.
La batalla de Riobamba se libra en Ecuador el 21 de abril de 1822 y prepara condiciones para la victoria en Pichincha. El día se había presentado lluvioso y el barro, dificultaba el desplazamiento militar. Los granaderos de San Martín se habían incorporado al ejército dirigido por el mariscal Antonio Sucre, quien le había ordenado que inspeccionara el terreno para obtener datos para el combate. Lavalle avanzó con sus hombres, 96 jinetes, cuando sorpresivamente topo con 3 batallones españoles que lo triplicaban en todo: 400 realistas a cargo del Coronel Juan Carlos Tolrá. Lo prudente hubiera sido retroceder, pero Lavalle no lo era (ni lo fue nunca).

Los españoles se encontraron con que un grupo de hombres avanzaba sobre ellos al grito de “¡a degüello!”, y habrá sido tal el arrojo de esos jinetes que, tras breve resistencia, retrocedieron siendo perseguidos hasta que Lavalle ordenó detenerse al llegar al lugar en donde se apostaba la infantería española. Es conocido localmente como el más brillante combate de caballería en las Guerra de Independencia Hispanoamericana

Repuestos de la sorpresa, la caballería y la infantería española se lanzaron en la persecución de los granaderos que regresaban a su base trotando y se produjo un segundo encuentro, en el que otra vez los españoles fueron derrotados. El informe de Lavalle describe el momento en que retrocede después de la primera carga y cómo luego observa. Sabe que la caballería española viene al galope, que son expertos, muchos y bien armados, pero... “el coraje brillaba en el semblante de los bravos granaderos y era preciso ser insensible a la gloria para no haber dado una segunda carga”, ataque que contó con el auxilio de los Dragones de Colombia, quienes estando a las órdenes de Sucre se involucraron en el combate. Es decir, la batalla de Riobamba se libró en dos tiempos y en ambos los granaderos salieron airosos. Los españoles dejaron alrededor de cincuenta muertos y un número similar de heridos, mientras que los criollos sólo tuvieron que lamentar dos bajas.

Diez años antes, con sólo quince años de edad, Lavalle había ingresado al cuerpo de Granaderos a Caballo creado por el entonces teniente coronel José de San Martín. Dicen que aún no le había terminado de crecer la barba y ya estaba enredado en combates y batallas. El informe que Sucre le envió a San Martín, dice: “Lo mandé a un reconocimiento a poca distancia del valle y el escuadrón se halló frente a toda la caballería enemiga y su jefe tuvo la elegante osadía de cargarlos y dispersarlos con una intrepidez de la que habrá raros ejemplos”. Concluyendo: “Su comandante ha conducido su cuerpo al combate con una moral heroica y con una serenidad admirable”.

Bolívar distinguió a Lavalle y sus hombres con el título de "Granaderos de Riobamba" en tanto San Martín le entregó un brazalete que decía: “El Perú a los vencedores de Riobamba” (el que exhibía cuando lo calificaron de “traidor a la Patria”). Lavalle se había ganado el apodo de “León de Riobamba”, una distinción que de alguna manera se hizo extensiva a los noventa y seis granaderos.

Juan Carlos Ramirez Leiva

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